El profesor y arquitecto Rafael Vargas abre su conferencia resaltando “ el hecho de que actualmente tenemos más tecnología en nuestro bolsillo, que lo que tenía la NASA al mandar al primer hombre al espacio”. Su propósito, mostrar cómo la tecnología ha progresado y exponer cómo el conocimiento está accesible para todos. Consecutivamente va por la evolución de la visualización arquitectónica. De “floor plans” en barro seco, a secciones y de elevaciones a mano, al desarrollo de Autocad, Sketchup y luego, “virtual reality”. Estas herramientas logran que dibujemos, modelemos y que nos quedemos inmersos en los espacios que estamos creando.
Vargas entiende la necesidad de la conexión y nos muestra varios ejemplos, con el de más énfasis siendo el de Smart Citizen. Este proyecto busca recolectar data a tiempo actual en Barcelona y asistir a gente en buscar objetos para reducir la acumulación de la basura. Después de hablar sobre simulaciones de viento y huracanes, habla sobre la agradable oportunidad de experimentar como profesor. Muestra múltiples proyectos ganadores de competencias, y proyectos estudiantiles, en donde pude ver una imagen de mi proyecto de segundo año, ya que tomé clases con Rafael Vargas. En adición, nos enseña más proyectos en donde él experimenta con objetos para lograr cosas que usualmente terminan siendo fracasos. Nos contó cómo intentó mezclar la disciplina de la moda y cortar telas con el “laser cutter” y casi pierden la máquina como cuatro veces. Intentó crear lámparas usando algas bioluminiscentes, pero como le mandaron bien pocas, se convirtió más en un proyecto de crecer algas. Durante la pandemia intentó aportar un granito de arena al crear” face shields” y “door handle attachments’ para no contaminarse las manos. Aunque no fueron exitosos, la profesora Shellar, en la sesión de preguntas, destacó un punto muy válido, de que el “door handle” quizás no funcionó con el propósito original, pero resaltó que sería un éxito como herramienta para personas incapacitadas que se les dificulta sujetar un “handle”.
Por último, nos mostró una imagen que mezclaba lo digital con lo material, y cómo el transacciona entre los dos para crear cosas innovadoras tanto en el mundo físico como el digital. Y trajo como proyecto final y especial, su trabajo de maestría aquí en la escuela de arquitectura, recinto de Río Piedras, donde se enfocó en crear una pared verde que rota basada en las condiciones climáticas. Vargas creó un modelo donde gastó aproximadamente setenta dólares y nos explicó que no necesitamos muchos recursos para soñar y experimentar.
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